Al mediodía, el alcalde Bill de Blasio recorrió la destruida casa de ladrillos rojos con el equipo de investigadores del Departamento de Bomberos (FDNY). En el jardín, a unos pasos del garaje, se podía ver un colchón cubierto de hollín y algunos muebles quemados. De las ventas, todavía colgaban restos de ropa.
“Es el peor incendio que hemos visto en muchos años”, dijo el alcalde. “Sé que cada neoyorquino siente el dolor. Mi corazón está con esta familia y con esta comunidad”.
Se presume que la madre de los niños, una mujer de 45 años que no fue identificada, saltó de una ventana del segundo piso con una adolescente -que también sería su hija- de 14 años. Ambas están en estado crítico. La joven recibe atención médica en el Staten Island University Hospital y su madre fue trasladada a Jacobi Medical Center, en El Bronx.
El comisionado del FDNY, Daniel Nigro, indicó, en una conferencia de prensa, que el incendio de dos alarmas comenzó en la cocina de la casa unifamiliar. Los investigadores aún no hablan con las dos sobrevivientes.
Nigro dijo a la prensa, congregada frente a la casa que aún expedía un fuerte olor a humo, que la llamada de emergencia se recibió a las 12:23 a.m. “Nuestra respuesta fue realmente rápida”, manifesto el comisionado destacando que los bomberos llegaron al lugar a los cinco minutos.
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