Santiago.-La inseguridad por la que atraviesan los moradores de Rafey con la ola de robos y atracos ha obligado a los representantes de junta de vecinos a asumir un plan de lucha para enfrentar la delincuencia.
Los comunitarios empiezan a dejar conformados grupos de vigilancia nocturna que permitirá hacer frente a los ladrones.
Y es que desde cables del tendido eléctrico, asaltos a mano armada y robos de motores son el pan nuestro de cada día en la barriada santiagués.
“En una semana se llevaron tres veces los alambres de electricidad y en la más reciente ocasión si la comunidad junto a la policía no le cae atrás con palo y piedras a los delincuentes, tuviéramos a oscura”, apunta José Benedicto Gutiérrez.
Narra que recientemente ocurrió lo mismo, cuando unos ladrones se robaron la batería del camión de su hijo Alex Gutiérrez.
“Gracias a que no lo alcanzamos no hicimos justicia, porque estamos cansados de estos maleantes”, apunta.
Miguel de la Rosa quien se encarga de la vigilancia de la escuela y la parroquia San pedro Nolasco dice que recientemente intentaron penetrar en la iglesia, peor no lograron su cometido. “Aquí se siente cierta impotencia por los niveles de inseguridad y vemos que muchas veces no se hace nada al respecto”, apuntó.
Desde bancas de loterías, negocios de cafetería hasta colmados, quienes tienen que colocar rejas para impedir que se materialicen los asaltos.
Pese a la intranquilidad e inseguridad, el jefe de la Policía Nacional, mayor general Manuel Castro Castillo informó en un encuentro desayuno con los oficiales de la dirección Cibao Central, que los niveles de delincuencia han disminuido en Santiago y lo atribuye a la buena labor del general Orison Olivence Minaya.
No obstante, para las 30 organizaciones comunitarias de la zona sur y el más reciente informe del Voluntariado para la Seguridad de Santiago (VOSES), ha habido aumento de muertes violentas y de asaltos. José Francisco Consuegra, comunitario del barrio La Mina, se queja que el único patrullaje seguro se hace en Los cerros de Guabo, porque allí viven los ricos de esta ciudad.
La mayor crítica se hace a la disminución de las patrullas mixtas de militares y policías en las calles y avenidas de esta provincia. A la fecha se han registrado 85 muertes violentas en lo que va de año en Santiago.
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