Tigres del Licey vencieron a los Gigantes del Cibao 9×8 en un reñido e incidentado partido

SANTO DOMINGO.- Los Tigres del Licey vencieron a los Gigantes del Cibao 9×8 en un reñido e incidentado partido de desempate, para ganarse así el boleto a la serie final del béisbol dominicano, la que se disputarán a partir del lunes con los Leones del Escogido.
Después de ocho entradas completas de emociones al máximo, el Licey abría la novena entrada con la pizarra igualada a ocho. Sus dos primeros bateadores se poncharon con los lanzamientos de Zack Segovia, pero  Juan Francisco desapareció la pelota con un bambinazo que dio la ventaja a la escuadra azul.
La responsabilidad de preservar el triunfo correspondía entonces al lanzador Juan Carlos Cruz, quien cerró la novena de los Gigantes con un ponche, un rodado para out en primera y un elevado de fácil captura.
Aguerridos. Si por batazos y carreras era, las dos escuadras pusieron a sus fanaticadas a gozar el juego.
El Licey comenzó a producir en la primera entrada, con tres vueltas. El conjunto de la casa respondió con una.
En la segunda los felinos agregaron una a su cuenta (4×1) y los Gigantes se acercaron con dos más en la quinta (4×3).
El Licey se despegó en la sexta con otras tres, pero en su turno los Gigantes anotaron cinco (7×8).
El octavo episodio azul fue el del empate (8×8), con una más en el noveno. Los francomacorisanos ya no anotaron más en este choque de más de 10 hits por cada bando.
Altercado. Aunque la escuadra del Licey acudió al estadio Julián Javier muy custodiada y atenta a cualquier potencial disturbio, la agresividad se limitó a los bates, que hicieron su trabajo de lado y lado. Pero en el octavo acto, una decisión del árbitro principal detuvo el juego por cerca de media hora.
El umpire declaró tiempo pedido sin que nadie lo solicitara y sin que diera tiempo para detener el lanzamiento. En consecuencia, declaró inválido el batazo que llevó a Leury García a primera base y lo devolvió a la caja de bateo, lo que originó la protesta del dirigente Luis Silverio, quien terminó expulsado.
Cuando el umpire rectificó y envió de nuevo al hombre a primera, la protesta entonces surgió del lado azul. A fin de cuentas el batazo valió pero no terminó convirtiéndose en carrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario