Un centenar de personas, entre ellas 80 policías y bomberos retirados de Nueva York, muchos de los cuales participaron en las labores de rescate tras los ataques del 11 de septiembre, fueron acusados este martes de fraude a la seguridad social.
La Fiscalía los acusa de haber fingido estar traumatizados por los ataques para solicitar beneficios públicos.
Cuatro de los hombres están acusados de planear el supuesto fraude y de dar consejos a quienes reclamaban los beneficios sobre cómo fingir problemas psicológicos.
Entre los acusados está un policía retirado que les dijo a los médicos que tenía ataques de pánico que le impedían salir de casa pero al mismo tiempo publicaba fotos en las redes sociales montando en moto acuática u otro que recibió una pensión por discapacidad debido a una lesión en el cuello y luego abrió un estudio de artes marciales.
Las autoridades estiman que las cien personas acusadas podrían haber defraudado un total de US$400 millones de fondos públicos.
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