Maddux, Glavine y Thomas al Salón de la Fama

Nueva York
La espera fue corta. Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas, tres peloteros fuera de toda sospecha de dopaje, fueron elevados al Salón de Fama del béisbol en el primer año de consideración por los cronistas.
Pero Craig Biggio se quedó corto por apenas dos votos y las mancilladas luminarias de la “era de los esteroides” volvieron a ser ignoradas.
Maddux fue seleccionado en 555 de las 571 papeletas que fueron entregadas por miembros de la Asociación de Cronistas de Norteamérica.
Hubo expectativa que el lanzador derecho que ganó cuatro veces el premio Cy Young y sumó 355 victorias podría ser el primer pelotero en ser apoyado de manera unánime o superar el porcentaje más alto de votos. Su porcentaje de 97,2 es el octavo más elevado en la historia de la votación.
Glavine, su compañero en la rotación de los Bravos de Atlanta, obtuvo 525 votos para un 91,9%. Thomas, un bateador designado durante la mayor parte de su carrera, recibió 483 votos.
El trío será exaltado en Cooperstown el 27 de julio junto a los managers Bobby Cox, Joe Torre y Tony La Russa, seleccionados el mes pasado por un comité de expertos para la era de la expansión.
Maddux y Glavine, quienes tuvieron a Cox como su piloto. Ambos superaron la barrera de las 300 victorias de por vida.
“Es algo fantástico poder ingresar a mi compañero de equipo”, declaró Maddux.
Thomas ganó dos veces el premio al jugador más valioso y disparó 521 en su trayectoria 19 temporadas, en la que estuvo 16 años con los Medias Blancas de Chicago.
Se trata del mayor número de nuevos miembros seleccionados por los cronistas en un mismo turno desde que Nolan Ryan, George Brett y Robin Yount fueron elevados en 1999.
Para Biggio, el resultado de la votación no pudo ser más agónico. Obtuvo 427 votos para un 74,8%, con lo que igualó a Nellie Fox en 1985 y a Pie Traynor en 1947 en cuanto al margen más estrecho para un pelotero que se quedó corto del porcentaje mínimo necesario, en este caso de 75%.
El nombre de Biggio, segunda base con los Astros de Houston, fue seleccionado en 388 de las papeletas cuando debutó el año pasado, pero su consuelo es que casi seguro que logrará ser elevado a Cooperstown en la próxima vuelta.
Más atrás quedó Mike Piazza, un receptor que militó con los Dodgers de los Ángeles y los Mets de Nueva York, al recibir un 62,2%.
Esta terminó siendo la última oportunidad de Jack Morris. Consiguió un 61,5%, corto por 78 votos, en su 15to y última aparición en la papeleta.
Los peloteros cuyas estadísticas han sido viciadas por la era de los esteroides siguen sin poder levantar vuelo en la votación, tanto así que Roger Clemens y Barry Bonds vieron reducirse el porcentaje de adhesiones en su segundo año de elegibilidad.

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