Las celebridades presentes en la gala de los Music Video Awards observaron con cara de asombro la actuación de Miley Cyrus, sin duda la más comentada de la noche.
Las cámaras captaron algunos gestos de estupefacción de Rihanna, Taylor Swift, Selena Gomez o la familia de Will Smith. La ex chica Disney, anteriormente conocida como Hanna Montana, ofreció un show cargado de gestos sexuales mientras interpretaba su single We Can't Stop y acompañaba a Robin Thicke, encargado de cantar la no exenta de polémica canción del verano.
Los medios de comunicación estadounidenses han sido muy duros con la cantante, que fue perdiendo ropa a medida que avanzaba el show y acabó cantando junto a Robin con un conjunto de ropa interior plastificado en tono nude.
The New York Times ha tildado la actuación de Cyrus de "caótica" y asegura que "nadie ha debido decirle 'no' a esta chica en los últimos seis meses" porque durante su actuación "llegó a abusar y molestar a Robin Thicke".
La periodista de MSNBC Mika Brzezinski ha ido más allá y ha criticado lo que para ella fue un desastre. ‟Fue vergonzoso. Está chica de 20 años obviamente tiene problemas (...) Sentí pena por ella. No fue divertido ni gracioso".
Las redes sociales también han hervido con parodias y comentarios sobre la actuación de Miley Cyrus. Aunque la mayoría ha criticado el papel de la cantante en la ceremonia, algunos fans han defendido que tan solo estaba bailando al estilo twerking y han llamado puritanos a los medios que se han metido con el show.
Fuente/ elpais.com
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