Aumentan las cifras demuertes a más de 260 y miles de herido en Egipto

El horrible baño de sangre a desencadenado una ola de protestas a nivel internacionales, tanto de países occidentales como musulmanes. Otras regiones fueron escenario de fuertes enfrentamientos en Alejandría (norte) y el incendio de tres iglesias cristianas coptas en el centro del país.
El gobierno instalado tras el derrocamiento de Mursi, el 3 de julio, declaró por la tarde el estado de emergencia durante un mes. Las autoridades habían prometido un desalojo "gradual" de las plazas Rabaa al Adawiya y Al Nahd, ocupadas desde hace un mes y medio por miles de islamistas que reclaman el retorno de Mursi, cuya detención fue prolongada el lunes por otros 15 días. Pero las tropas policiales y militares, reforzadas con tanquetas y carros de asaltos, rodearon por sorpresa al amanecer los parques y empezaron a avanzar disparando indiscriminadamente tiros y gases lacrimógenos contra las tiendas de campaña, que albergaban a numerosas mujeres y niños. A primeras horas de la tarde, un periodista de una agencia de prensa internacional contó más de 200 cadáveres --muchos con impactos de bala-- en la morgue improvisada junto a la plaza Rabaa.