Santiago De Compostela, España.- Al menos 60 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas el miércoles cuando un tren de pasajeros se descarriló en las cercanías de Santiago de Compostela por causas que aún se desconocen, en uno de los peores accidentes ferroviarios de Europa.
Varios vagones quedaron volcados sobre la vía, uno de ellos encima de otro y sobre el lugar se elevó una columna de denso humo. En el lugar podían observarse varios cuerpos cubiertos con mantas junto a las vías.
Bomberos registraban los restos retorcidos de metal intentando sacar a los sobrevivientes por las ventanas, mientras ambulancias y vehículos de emergencia rodeaban el lugar.
El Gobierno dijo que estaba trabajando en la hipótesis de que el descarrilamiento fue un accidente, aunque la escena revivió los recuerdos del ataque con bomba contra trenes en Madrid en el 2004, realizado por radicales islamistas y que dejaron 191 personas muertas.
Es poco probable que la tragedia se relacione a un sabotaje o ataque, dijo una fuente oficial.
El tren, operado por la compañía ferroviaria estatal Renfe, viajaba con 247 personas a bordo y se descarriló en la víspera del principal festival de la ciudad en honor de Santiago Apóstol, cuando miles de peregrinos cristianos de todo el mundo visitan la región.
"Fue muy rápido, en una curva el tren empezó a dar muchas vueltas de campana, quedaron subidos unos vagones encima de otros y mucha gente quedó aprisionada debajo, tuvimos que salir por debajo de los vagones y nos dimos cuenta de que el tren estaba ardiendo", dijo Ricardo Montesco, que iba en el tren, a la Cadena Ser.
"Yo iba en el vagón número dos y había fuego, delante había muertos. Hubo muertos, yo vi muertos", añadió.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien nació en Santiago de Compostela, visitará el lugar en la mañana del jueves, dijo su portavoz.
"Ante una fatalidad como la que acaba de vivir Santiago de Compostela en la víspera de su día grande (...) sólo puedo expresar el mayor sentimiento de solidaridad, y como presidente del Gobierno la voluntad más firme de apoyar a las familias de las víctimas y a los heridos, así como de esclarecer las causas del trágico accidente", dijo Rajoy según un comunicado del Palacio de la Moncloa.
La oficina de turismo de Santiago de Compostela dijo que todas las fiestas, incluida la tradicional misa principal en la centenaria catedral, fueron canceladas debido a que la ciudad está de luto.
POSIBLE ACCIDENTE
El diario El País citó a fuentes cercanas a la investigación diciendo que el tren viajaba a más del doble del límite de velocidad antes de la cerrada curva.
Tanto Renfe como la estatal Adif, que está a cargo de las vías, han abierto una investigación sobre la causa del descarrilamiento, dijo Renfe.
"No vamos a hacer ninguna declaración oficial hasta el análisis de las cajas negras, pero estamos descartando la hipótesis de un atentado o de un sabotaje", dijo una fuente oficial.
Los hospitales y clínicas de la ciudad estaban abrumadas por la cantidad de personas que acudía a donar sangre, mientras los hoteles organizaban habitaciones gratuitas para los familiares. Madrid envió personal médicos y científicos forenses a la región en vuelos especiales.
Una portavoz gubernamental dijo que los muertos eran al menos 60 y heridos alcanzaban los 131. Una fuente médica en Galicia había dicho más temprano que 20 de los lesionados se encontraban en estado grave.
"La escena es muy impactante, dantesca", dijo el presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en una entrevista radial.
El tren de ocho carros, que viajaba desde Madrid con 218 pasajeros y 29 tripulantes, circulaba a gran velocidad cuando se salió de la vía a las 20:41 hora local (1841 GMT) a unos 10 kilómetros de la capital de la región, según datos oficiales del Gobierno en Galicia.
El desastre ocurrió mientras España lucha por salir de una prolongada recesión marcada por una campaña de austeridad impulsada por el Gobierno para ordenar sus finanzas.
Los bomberos suspendieron una huelga para ayudar a los afectados por el desastre, mientras que los integrantes del personal médico, muchos de ellos con sueldos reducidos debido a recortes al gasto, trabajaron horas extra para atender a los heridos.
El elevado número de fallecidos también sitúa al accidente como uno de los peores de la historia reciente de Europa.
En noviembre de 2000, un incendio en un túnel consumió un tren funicular repleto de esquiadores en Austria, dejando 155 muertos.
En Montenegro, hasta 46 personas murieron y cerca de 200 resultaron heridas en 2006 cuando un tren descarriló y cayó a un barranco en las afueras de la capital Podgorica.
Ese mismo año, 41 personas fallecieron en España cuando un tren subterráneo descarrilló poco antes de entrar a una estación en Valencia.
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